miércoles, 16 de diciembre de 2015

Ficciones fantásticas del 2015

Ficciones fantásticas del 2015

Sin duda este 2015 ha sido un gran año para la literatura fantástica criolla. No solo por la cantidad de publicaciones que siguen manteniendo una constante, sino por la notable calidad de algunos trabajos de autores que ya se distinguen con mayor claridad dentro del grupo.
 

Este 2015 ha sido se han publicado más novelas. Es oportuno empezar con la reedición histórica de El hijo del doctor Wolffan. Un hombre artificial (Madrid, 1917) de Manuel A. Bedoya y El castillo de los bankheil (Buenos Aires, 1944) de Alejandro de la Jara, reeditados por Agalma y Altazor, respectivamente. Ambas constituyen piezas fundacionales de géneros poco apreciados en esos años como son la CF y el terror gótico. A ello se suman la reedición de Los viejos salvajes de Carlos de la Torre, novela ya comentada en dos post anteriores, así como la continuación de Campos de batalla: Cuando la sangre importa; Apokhalipzis de Jim Rodríguez, con clara influencia de Star Wars, al igual que La galaxia escarlata de Carlos Echevarría; Planetas perdidos de Alfredo Dammert, Y Deus Dijo de Tomás Bejar, Ikitos de J.C.Luc4as y La selva de los tunches de Fernando Vicuña Aranda. La mejor novela es Los caprichos de la razón de José Güich. La sorpresa ha sido Las bestias del abismo de Jorge Ureta. En la novela domina el género de CF.

 
En el caso del cuento, los libros adscritos a lo fantástico ha sido una producción breve, pero contundente: la edición reloaded de Harry Belevan y su clásico Escuchando tras la puerta, Siete paseos por la niebla de Yeniva Fernández, Shogun inflamable de Salvador Luis  y la reedición de Playas de Carlos Calderón Fajardo, que nos dejó lamentablemente este año (los libros de la editorial Caramanduca de Piura, siguen siendo un misterio). También está disponible en internet, el tomo I de los cuentos completos de José B. Adolph.

 
Por revisar, está pendiente la novela El Último espermatozoide de Quimicón en busca del óvulo escondido de Alex Llanos, Las bestias ridículas de Lucho Freire y Entre vivos y muertos de Beto Benza. Otro elemento que llama la atención es la incursión de autores del mainstream local en los campos de lo fantástico como Antonio vuelve a casa de Iván Thays o KimoKawaii de Enrique Planas, esta última novela juega con una serie de referencias a la cultura de masas japonesa de CF.

 
En cuanto a las antologías se publicaron la imperdible Se vende marcianos. Muestra de relatos de ciencia ficción peruana de José Donayre y la coyuntural ¡Marty llega! Cuentos peruanos sobre viajes en el tiempo de Germán Atoche, a propósito de la celebración del film Volver al futuro.

 
La editorial que más ha apoyado la publicación de este género es Altazor, junto con otras editoriales independientes como Animal de Invierno. A ellos hay que agregar el trabajo de difusión de Santuario, con ediciones limeñas de autores del Río de la Plata como Enríquez, Schweblin o Mella, que trabajan el terror y lo fantástico desde ángulos singulares.

 
Se anuncia para el 2016 la novela gótica El sueño de las estirpes de Raúl Quiroz, y la misteriosa La muerte no tiene ojos de Miguel Ángel Vallejo, la nueva entrega del investigador Teruel de José Güich, así como la continuación de Réquiem por Lima de Hans Rothgiesser, que amenaza convertirse en nuevo éxito de ventas. Así mismo, esperamos que novela apocalíptica de Pedro Novoa, finalista del último COPÉ, pueda encontrar interés en alguna editorial.

 



También están pendientes la publicación en papel de Mi robot depresivo y otros cuentos, además de la segunda parte de La paradoja Cane, ambas de Carlos Vera Scamarone. Hay en suma, mucho material por exhumar y por publicar.


Elton Honores

Universidad Nacional Mayor de San Marcos